Su nombre se remonta a una antigua leyenda acerca de Finn Maccumhail, un audaz gigante que habitaba al norte de Irlanda, en la región de Ulster. Cuenta la leyenda, que tal gigante, el cual contaba con una extraordinaria fuerza, creó el más grande de los lagos que se hallan en las Islas británicas, el Logh Neah, a través de la excavación de puñados de tierra que más tarde arrojaba al mar. En una ocasión, quiso retar la fuerza de otro gigante, el cual vivía en la costa oeste de Escocia, y con el propósito de llegar a la morada de su enemigo, Maccumhail comenzó a extraer grandes piedras de la tierra y a continuación lanzarlas al mar, teniendo la esperanza de construir una calzada que cruzase las aguas y llegase hasta escocia. El gigante nunca llegó a terminar su obra, aunque como resultado de su enorme esfuerzo quedó La Calzada de los Gigantes, conocida como la costa de las cuarenta mil columnas.
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